El otro día tuve la suerte de que me invitaran a descubrir este novedoso producto que ahora os contaré de la mano de un cursito de cocina veraniega del gran Jesús Almagro.
En primer lugar… Sabeís mi política en este nuestro blog. No hablo de nada que no me guste o parezca interesante, ni aunque me paguen. Así que si estaís leyendo esto es porque me parece un inventazo.

FIZPILAR es un novedoso recipiente de una composición especial de cerámica porosa, y unas tapas con estructuras técnicas en maderas naturales, capaces de permitir guardar multidud de alimentos frescos en una temperatura y humedad controladas. Que quiere decir esto… Estamos -yo al menos- hartos de comprar frutas y verduras que cortan verdes, las metes en la nevera y se acaban «acartonando» quedando sin sabor…. Pues como os he dicho y sabeís no hablo de lo que no me gusta, y tras probar el recipiente que me regalaron con tomates y melocotones… Funciona!!!
Tú compras unos melocotones, que gerenalmente están recolectados verdes por esa mania que tienen los productores de sacar la maxima rentabilidad, aunque su fruta no sea la que tiene que ser. Llegas a casa, los metes en tu Fizpilar, y al madurar en su «microclima» con una humedad y temperaturas constantes y creada por el propio producto, maduran mucho mejor y duran más.

Y esto no se aplica solo a frutas y verduras. Dada la variedad de tipos y tamaños que existen, tambien son sumamente propícios para quesos, puros, vinos, panes… Tened en cuenta que se puede congelar y usar como champanera o meter en el horno y que el pan se mantenga caliente…. Bueno, aquí os dejo el video de marca que os lo contará mejor que yo.

Como os decia, esta presentación se llevó a cabo con un curso de cocina veraniega de Jesus Almagro. ¿Dónde? En la escuela Sueños de cocina del amigo Nacho Garbayo. Y ahora vamos a los que nos gusta y estaís esperando… ¿Qué hicimos?

Comenzamos con un Gazpacho de cerezas con buey de mar y tomates «diferentes».


Rico y cremoso gazpacho con los tomates madurados en su Fizpilar y cerezas, lo acompaña un «tartar» o algo así, de carne de buey de mar con cebollino, chalota, estragón con su sal, su pimenta y su aceite.
Y los tomates «diferentes». Tomates en diferentes texturas. Pan de tomate, aire de tomate, corazón de tomate y como colofón un caviar de pimiento.

Le siguió el Cremoso de tomate pera, palo cortado, trufa de verano y almendra tierna.

Un agua de tomate emulsionada con palo cortado (un fantástico vino generoso de la zona de Jerez), aceite y sal según la receta. Allí además se texturizó con Xantana. Le acompañó unas láminas de trufa de verano y unas increibles almendras tiernas que conjugaban a las mil maravillas con el tomate y el palo cortado.

Y como colofón un Canelón de aguacate con langostinos, yogur y picual.

Picada de aguacate, cebolleta y tomate (guacamole) acompañado de los langostostinos y aliñado con cilantro, lima, aceite, sal y pimienta. Cubierta esta mezcla con las láminas de aguacate y acompañado de algo que me apasionó, unas mini esferas de guindilla. Y como redondeo un toque de yogur y lima. Muy rico.

Todo este vino marinado y amenizado con las cata de tres vinos de bodegas Viñatigo de la mano del sumiller Jesús Flores

Tres elaboraciones la de estos vinos canarios con uvas muy poco conocidas, al menos para mí, que me parecieron muy ricos y curiosos, sobre todo el segundo.

Los 4 artifices de esta presentación. De izquierda a derecha Miguel Sánchez-Cabezudo (ideologo y director de Fizpilar), Jesus Almagro (chef), Jesús Flores (sumiller), y representan te de la bodega.

Y con esta fotillo de grupo me despido de vosotros esperando que haya sido de vuestro interés este post.