Vamos con otra tapilla… Los ingredientes… Típica combinación, pero rica. La presentación, original. El resultado… Riquísimo… Encantó.

INGREDIENTES:

Obleas para empanadillas.

Cebollas moradas.

Bacon.

Queso de cabra en rulo.

Limón.

Aceite de oliva virgen extra.

Sal y pimienta.

PREPARACIÓN:

Con unos moldes para flan individuales, de esos típicos metálicos de los bares o los que tengáis siempre que se puedan meter el horno, los ponemos boca abajo y cubrimos cada uno con una oblea, formando las cestitas. Introducimos en horno precalentado a 200º hasta que se doren. Cuando estén, en templado, desmoldamos y reservamos.

En una sartén amplia o cazuela con un chorreon de aceite ponemos a pochar las cebollas cortadas en juliana fina a fuego muy suave. Un punto de sal y pimienta y dejamos un largo tiempo moviendo de vez en cuando hasta que compote y quede casi como una mermelada. (una media hora). Reservamos.

Para el bacon. Lo cortamos en lardones (tiritas) y lo freímos con unas gotas de aceite en una sartén a fuego medio-fuerte hasta que dore. Sacamos a un escurridor y luego a papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

Cortamos unas rodajas de medio centímetro del rulo de queso de cabra.

Vamos a montar el plato. Ponemos las cestitas, rellenamos con una/dos cucharadas de cebolla, bacon y coronamos con una rodaja de queso, introducimos en el horno para que se caliente el conjunto y se funda el queso.

Con un acanalador o microplane (rallador de acero quirúrgico que sino tenéis os aconsejo comprar) sacáis unas tiras de la parte amarilla de la cascara del limón.

Sacamos las cestitas del horno, ponemos unas tiras de ralladura de limón (nos refrescara y desgrasara el plato en la boca y dará un toque buenísimo). Y…. A disfrutar…