Últimamente siempre empiezo igual: «Con lo abandonado que tengo el blog» y con ello a vosotros. Juro: nada me hace más feliz que tener esto actualizado; contaros cosas, mostraros recetas, mis novedades y descubrimientos interesantes. Pero no me da la vida.
Ya hace un año que gracias a este blog y a vosotros, que lo hacéis posible, se me empezaron a abrir muchas puertas en la gastronomía: imparto cursos de cocina, soy imagen de varias marcas y hasta me han llamado y a finales de este mes doy una ponencia, ¡Sí!, ¡Una ponencia! en el salón internacional de Alimentaria (mesa redonda entre blogueros y marcas).

Bueno, pues entre trabajo y trabajo a veces me dejo liar por los amigos. Hace poco me llamo uno de estos amigos, Roberto de Santoña 1960, el cual tiene unas conservas y unas anchoas que son impresionantes. Me dijo: «Caco te mando los productos de este año, para que los pruebes y me hagas algo con ellos». Y a mí, que no me gusta un «sarao» dije: «venga».
Pensé en hacerle cosas con todos los productos que me mandara, pero muy sencillas, donde el principal protagonista fuera el producto. Hacerle unas fotos y hacérselas llegar.
Como siempre mi cabeza se puso a dar vueltas y pensé: ¿Fotos? Voy a liar a mi amigo Pedro Klak, así nos vemos y echamos un rato y unas cañas juntos. Pedro es un excelente profesional y un  monstruo de la fotografía gastronómica, da gusto trabajar con él, lo hace muy fácil.
Ahora, os cuento un poco que hice y os enseño.

Octavillo de Anchoa: Si yo tuviera un restaurante, o cuando lo tenga, probablemente si me pidieran una lata de anchoas la serviría así. Un buen pan ligeramente tostado con aceite de oliva virgen extra, para que cruja y esté esponjoso y un buen tomate de los de «resfregar». Del penjar que dicen en cataluña.

Dingley de anchoa: Aquí me he ido a una cosa que me enseñaron y que hago desde hace años: una buena anchoa va de maravilla, como sabéis, con dulce y con ácido. ¿Qué mejor combinación que con unas fresas maceradas? Con un poco de azúcar para que suelten ese «juguito» rico y unas gotas de reducción de Modena para hacerlo aún mas goloso. Probad.

Aquí no hay más que una ensalada «tonta» a la par que rica. Siempre en la búsqueda del equilibrio de sabor y textura. El amargor y crujir de la endivia, el dulzor del maíz, el ahumado de un pimiento asado, unos dados de tomate, otros de queso, el aporte avinagrado y ligeramente picante de una piparrak.
Mola!!

Anchoa premium:

Un espectáculo de anchoa… Este plato me llevaba tiempo rondando la cabeza. Un día, en el país vasco, oí la tortilla de anchoa. Nada que ver con lo que os presento, pero a mí me vino esto a la cabeza: una especie de bombón de tortilla y anchoa. Tortilla poco cuajada, con bastante cebolla y subida de yema, que se te deshaga en la boca. Con el sabor brutal y delicado de esta anchoa y un toque de pimiento de piquillo asado. 

El mejillón en escabeche:

Pocas cosas más sencillas y ricas, en mi casa de toda la vida, que un mejillón en escabeche con una patata frita. Estos mejillones tienen su «aquel». Carnosos, jugosos, nada pastosos como otros y con un escabeche muy bien elaborado.

Si le damos un cuarto de vuelta más a estos mejillones, y digo un cuarto y no una vuelta, porque es un chorrada, podemos hacer unos canapés de crema de mejillón.



El relanzón:

Lo conocía, pero nunca lo había probado, al menos que recuerde, o así de rico. Entre la sardina y el boquerón en conserva, más fino que la sardina, y más jugoso que el boquerón. ¿Como? en una coca con escalibada, emulando, aunque de lejos, a la que Manu pone con foie en la Taberna Cocinarte.

La ventresca:


Protagonista de esta entrada, probablemente por la bonita foto de Pedro Klak, pero también por lo rica que es. Tersa, jugosa, sabrosa…

El mejillón al natural: Si abrís el bote y acercáis la nariz creeríais estar en Galícia, lo juro. Olor total a mar.

Con dos vinagretas. Una que «quiso ser un ceviche» servido en esa lima, con ají, ácidos, etc.

Y la otra, la tradicional, con el jugo natural de abrir el mejillón.

Bonito costera alta restauración:
Puedo afirmar que si no es el mejor, es uno de los mejores bonitos que he comido nunca. Si cierras los ojos y te meto un trozo en tu boca, crees que estás comiendo ventresca. Muy jugoso

Y como, pues como he dicho al principio, dejando que el protagonista sea el producto, «estropeándolo» lo menos posible. Un canapé que a mi me apasiona. Bonito, piparrak, cebolleta y anchoa. Mmmm…

Huevas de erizo:

Por lo que dijeron las personas presentes en este evento, este es el plato estrella. Un cremoso de huevo con huevas de erizo. Este plato es de hace tiempo, me enseñó a hacerlo mi amigo Andrés Madrigal. Es espectacular, si queréis ver la receta, pinchad aquí.

Como siempre quiero que quede claro una cosa. Yo no hablo de nada que no haya probado, ni que no me guste. Ni aunque me paguen, ni sea de quien sea. Si he publicado esto en el blog es: porque son productazos, porque se lo curran mucho y son dignos de dar a conocer. A… Disfrutar…